miércoles, 26 de diciembre de 2012

Un cuento de navidad en Nottingham


El Nottingham Forest se impuso (4-2) al Leeds United gracias a los dos goles de Billy Sharp (uno de penalti), Blackstock y Austin en propia puerta que contrarrestaron el tempranero tanto de Green y el gol del honor de Somma, casi al final, para los visitantes. El partido, disputado en City Ground ante las cámaras de Sky, tuvo ritmo, emoción y, cómo no, también su dosis de polémica por los dos penaltis no pitados al Forest en la primera parte. Tras la decepcionante derrota en Watford el pasado sábado, las críticas de los aficionados del Forest hacia Sean O’Driscoll arreciaron. Fue un ligero traspiés, pero parece que hoy en día todo se magnifica. 

El entrenador de los ‘Reds’ tuvo que reflexionar, y mucho. Seguramente pasó la comida del día de navidad pensando qué había fallado en Watford. Cuando por fin se fue a la cama e intentaba conciliar el sueño, al golpe de la media noche en el reloj apareció de repente una figura vestida de rojo. ¿Quién eres, que mañana tenemos un partido importante? – preguntó O’Driscoll. La enigmática imagen lo cogió del brazo y le dijo: ‘Soy el espíritu de las navidades pasadas, déjame mostrarte algo’. Y a continuación se lo llevó al mes de octubre, enseñándole la habilidad de Radi Majewski para aprovechar huecos y conectar con Billy Sharp. Vaya, pensó Sean, a lo mejor debería alinear de nuevo al mediapunta polaco.

Convencido de que sería una buena idea, intentó volver a dormir. Pero una hora más tarde, de nuevo las campanadas del reloj de Market Square lo despertaron. ¿Y ahora qué pasa?, se levantó el técnico de Wolverhampton refunfuñando. De repente se le acercó una silueta delgada, con un jersey verde, tenía ligero acento de Middlesbrough. – Soy el espíritu de la navidad presente, Sean, explicó. Y a través de la ventana le mostró una imagen de una casa cualquiera de Nottingham. Los niños abriendo los regalos. ¡Unas entradas para el partido contra el Leeds! Seguro que esta vez ganamos, pero hay que jugar con ritmo y velocidad, que el Leeds vendrá a presionar, comentó entre sonrisas el chaval a su padre junto al árbol. Umm, rápido y con velocidad, meditó O’Driscoll mientras volvía a acostarse y trataba de recordar a quién le recordaba esa imagen del jersey verde.

Por fin pudo conciliar el sueño un rato nuestro entrenador. Pero no mucho, porque entonces notó cómo le llamaban. Al abrir los ojos le pareció reconocer un tipo gordito. Pero, ¿me vais a dejar dormir? ¿Qué ocurre ahora, preguntó O’Driscoll a su visitante? Soy el espíritu de las navidades futuras, le contestó con un acento de Yorkshire, quizás de Sheffield. Mira, ven – continuó – y encendió la televisión del dormitorio. De repente apareció Billy Sharp. Parecía que iba a tirar un penalti. Sí, tomo carrera, golpeó el balón y mandó a Kenny al otro lado. Sean miró el marcador en la esquina de la pantalla. Vamos empate a uno, habrá que mejorar en la segunda parte, pensó para sí mismo. Sumido en sus pensamientos, lo interrumpió el espíritu de la navidad futura. Sean, ¡asegúrate que jugáis rápido; y que Guedioura sostiene al equipo como pivote defensivo! Y desapareció dando un salto como si celebrase un gol.

A la mañana siguiente, un City Ground repleto se dispuso a disfrutar del fútbol en ‘Boxing Day’ contra el Leeds. Nada más comenzar el partido, Sean O’Driscoll le comentó a su ayudante Rob Kelly que el pavo de navidad le quedó en su punto justo, pero que había tenido una noche de lo más raro. Pero no explicó nada más. Casi tres cuartos de hora después, tras dos penaltis no pitados al Forest, Tom Lees derribó a Sharp en el área. Sin pensárselo, el gordito de Sheffield cogió el balón y lo situó en el punto de penalti. Miró al banquillo, guiñó un ojo a su entrenador y tomó carrerilla. ¡Gol! Era el merecido empate a uno para llegar al descanso.

Ya en el vestuario, O’Driscoll no lo dudó. Chicos, gritó con entusiasmo, podemos ganarlo, podemos remontar, pero hay que jugar con más ritmo, hay que pasar el balón más. Dicho y hecho, nada más reanudarse el partido, el Forest se merendó a sus visitantes en siete minutos de vértigo. Primero Sharp aprovechó un balón peinado por Blackstock. Luego Austin metió en su propia portería un balón suelto en el área pequeña. Y finalmente, para redondear la celebración navideña, Blackstock despachó de cabeza un gran centro de Reid. Entonces Sean O’Driscoll miró al cielo, sonrió y musitó: ¡gracias, feliz navidad!

4 comentarios:

cityground dijo...

Genial crónica de Borja (@forestlive) una vez mas. Necesitábamos esta victoria y que mejor que goleando y remontando a un buen equipo.

El que no haya podido ver el partido (como yo) aquí tiene un resumen amplio del mismo.

http://www.youtube.com/watch?v=ZfR13kSAeLE

Preciosa la jugada del 4º gol, y la conexión Blackstock-Sharp funcionando a la perfección en el 2º. Clave el empatar antes del descanso.

En el 1º gol del Leeds muy blanda la defensa del Forest, en eso hay que mejorar.

Redacción dijo...

Muy buena crónica una vez más del mito de Loughborough...jeje.

Pero la verdad es que para haber sido ayer, ya casi ni es noticia que ganaseis...espero la explicación de lo de O´Driscoll porque el espiritu de las navidades futuras se guardó que le iban a largar.

cityground dijo...

La destitución de O'Driscoll tiene pocas explicaciones lógicas, según los dueños aspiran al ascenso y no creían que con él lo fueran a conseguir. Deja al equipo 8º a solo un punto del play-off, demostrando ser un hombre de club y que ha realizado un buen trabajo en lineas generales. Ya veremos quién viene a sustituirlo pero tiene el listón alto.

El cuento de navidad tuvo un final un poco amargo a pesar de ganar.

Esta tarde escribo algo sobre el cese.

roberto dijo...

Feliz Navidad a todos, antes de nada.

Como se empaña un buen partido y una buena victoria con este cese.

Está claro que ya lo tenían decidido, si no no se entiende.

Pero como aquí hay partidos cada 3 días, ya hay que pensar en el próximo. ¿Sabeis ya quien es el nuevo entrenador?